Tanto la alimentación como la actividad física son claves indiscutibles del mantenimiento de una buena salud. Mantener hábitos de vida saludables es importante durante toda la vida, sin embargo, al alcanzar la tercera edad y comenzar a experimentar diversos cambios que pueden llegar a afectar al bienestar general, resulta aún más importante cuidar estos aspectos. Así, podremos envejecer de forma placentera, sin grandes incomodidades y con energía para hacer frente a los nuevos retos que nos presentará la vida.
La alimentación es clave para envejecer de manera saludable, pero somos conscientes de lo saturados que nos tienen con la cantidad de información que a veces llega a resultar casi indescifrable. Por ello, aquí os damos 10 consejos para poder seguirlos con facilidad.
1.- Beber agua con frecuencia. La medida de referencia son 2 litros de agua diarios, que llegamos a consumir aproximadamente en 8 vasos. Entendemos que puede llegar a ser engorroso beber agua sin sed, o simplemente olvidarnos, por ello podemos hacer un poco de trampa y consumirla mediante cremas, sopas y otros alimentos que también aportan gran cantidad de agua.
2.- Consumir pescado, legumbres, huevos y carnes saludables, con una frecuencia aproximada de tres o cuatro raciones a la semanas.
3.- Es recomendable el consumo adecuado de frutas y hortalizas, las raciones recomendadas son dos raciones de verduras y como mínimo tres raciones de frutas.
4.- Es importante reducir la sal y el azúcar en la dieta. Una manera fácil de conseguirlo es evitando los alimentos que los contengan como pueden ser las galletas o la bollería en general, aún más si es industrial.
5.- Los lácteos también son imprescindibles para conseguir el calcio que nos ayudará a mantener los huesos fuertes. No hay que olvidarse de acompañarlo con actividad física y evitando sustancias dañinas como son el alcohol y el tabaco.
6.- Si la hora de la comida ya no aporta placer se puede condimentar de diferentes maneras, el uso de las especias hará que platos que resultan aburridos puedan llegar a ser una experiencia totalmente nueva. Además al no necesitar tanta sal ayudará a reducir su consumo.
7.- Hay que estar atento para identificar si la persona mayor tiene dificultades a la hora de comer, si tiende a atragantarse. Es importante consultar al médico cuanto antes, ya que puede ser una señal de un problema más grave, como por ejemplo, un accidente cardiovascular o una enfermedad neurológica.
8.- Modificar la alimentación tradicional si se empiezan a tener problemas a la hora de masticar o de tragar. Para adecuarnos a la nueva situación podemos, por ejemplo, consumir las verduras en forma de puré o la fruta pasada por la batidora, ¡estará exquisito!
9.- Es importante pedir ayuda a los de alrededor si se ha perdido la capacidad de hacer la compra o preparar la comida o si suele olvidarse si ha comido. En este caso, les ofrecemos nuestro servicio de comida casera a domicilio en MiChefSecreto. Tenemos opciones bajas en calorías, sin gluten… ¡Y todas deliciosas!
10.- No caer en las trampas de los suplementos nutricionales, a menos que sean de prescripción médica
Siguiendo estos simples pasos que en el día a día no requieren mucho esfuerzo, conseguiremos mejorar notablemente nuestra salud, nos sentiremos más activos y con más fuerzas. ¡Anímate a dar el paso hacia una alimentación saludable!
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